Se apagaron las luces en Guadalix, con aires futuristas y cuatridimensionales para una siguiente edición del reality que parece no estar muy lejos de la fecha. Mercedes Milá se despedía ayer de una de las más largas tiradas del programa y recibía con los brazos abiertos al ganador de GH 11: Ángel. Una desenlace de los más cantados que se recuerdan y prácticamente sin emoción pero que, al menos al final del túnel, deja buen sabor de boca. Mientras el vencedor del programa enviaba un mensaje para la futura generación del reality, las dos representantes de la familia feliz llegaban a plató, Saray en segunda posición y Pilar en tercera.
Y lo cierto es que lo mejor de la noche de ayer, aparte del aprende a besar con Milá, que morreó a Gonzalo en directo, y el vídeo sorpresa con las tomas falsas de la presentadora en cada una de las galas, fueron las críticas que Ángel y Saray se echaron en cara. El programa, lejos de buscar polémica, enseñó a los dos finalistas y de forma exclusiva unas imágenes en las que ambos se ponían verdes. Un vídeo que, como era de esperar, desencadenó réplicas y contrarréplicas entre el ganador de GH 11, Ángel, y la segunda clasificada, justo antes de conocerse la decisión de la audiencia, que dio el 78% de los votos al vencedor.
Durante la entrevista con Mercedes Milá, Ángel no sólo tuvo tiempo de emocionarse, sino que también discutió acaloradamente con Hans, volvió a tachar a Arturo de machista e hizo las semi-paces con un Gerardo que regaló a Saray una pulsera de ¿pedida?. Ni así dio tregua el público a los recién enamorados ni la gallega quiso darle explicaciones a nadie porque, al parecer, lo suyo con Prager es amor para toda la vida. Y parece que el ganador de Ángel les da el beneficio de la duda.
Hizieron una gala muy especial en la que salieron a flote todos y cada uno de los pelillos que han dado cuerpo, alma, sexo y polémica a la undécima edición del concurso, gracias a la cual el ganador de Ángel se lleva un maletín cargado con 350.000 euros.
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